jueves, 26 de febrero de 2009

DE LO MALO, LO PEOR

¿Qué tendrá lo malo que nos engancha irremisiblemente? En todos los aspectos de la vida, lo malo atrae y seguir el buen camino cuesta, cuesta mucho. Como decía el refrán, lo bueno mata, engorda o es pecado. ¿Os habéis parado a pensar las cosas MALAS que nos rodean y nos encantan?

En la tele. ¿A que Se lo que hicisteis es malo? En un doble sentido, además, porque el programa no se caracteriza por su calidad y la temática es viperina total. ¡Critican a todo lo que se menea!! Pero,¿ cuánta gente opta por ver La 2 y sus entretenidos a la par que formativos documentales en vez de este programa (o el reality Fama, o el Tomate de turno??). Las series. Las hay buenas, decentes, malas y remalas. Aunque las buenas tienen su dosis de perversidad (qué buena serie carece de personajes muy malos?) las dejaremos de lado, porque tienen calidad. Las malas, al igual que los programas televisivos, tienen todo el repertorio de maldad que puedas desear: malos diálogos, malos actores, personales malvados y tramas patéticas!! El primer capítulo te espanta, pero le das una segunda oportunidad. Y ahí la has cagado. Te atrapa maquiavélicamente! Como ya he comentado, me he enganchado a Gossip Girl, por ejemplo. ¡Y mira que es mala! Me río cada vez que lo pienso, porque la temática no puede estar más alejada de la realidad (adolescentes que van al cole en limousina, protagonista que, con 17 años, ha vivido más que Madonna y Dita Von Teese juntas…). Pero mira tú por dónde, no puedo parar.


En la comida. No hacen falta muchas explicaciones. ¿Quién opta voluntariamente por la fruta en sustitución de un helado, un postre calórico, o un poco de chocolate?? ¡No seré yo!! Y después del postre, café, copa y puro. ¿Quién se toma con agrado una manzanillita y punto? Pero, ¿y si hablamos de un cortado seguido de un ron con cocacola?

Y también está el tema del sedentarismo versus el deporte, vida al aire libre, etc. Si tenéis un ratito, ¿os vais a hacer de shopping o senderismo? Si eliges lo primero, además, consigues un doble efecto perverso: en tu culo y tu bolsillo.

En la ropa también se puede elegir entre bueno y malo. Ocho prendas de Berska, Zara y Mango contra una de Purificación García, Pedro del Hierro o Ángel Schlesser. Me encantaría ser capaz de “invertir” en ropa, pero yo elijo el consumismo agresivo de las grandes cadenas. A la larga saldré perdiendo, pero el gustito que da comprar ocho cosas en lugar de una…

Los hombres. Aquí la selección natural y el tiempo juegan a nuestro favor y a medida que maduramos hacemos mejores elecciones. Pero en la adolescencia, nos gustaba el malote desgreñado, y menospreciábamos al buen chico, estudioso y acicalado. Lo peor es que el primero no solía hacerte caso, se iba con la versión femenina de sí mismo. Qué traumas durante una época a costa de estos rebeldes sin causa.

La cultura. Optar por leer “La Teoría de las especies” de Darwing, ¿es mejor o peor inversión intelectual que el Hola o el Suplemento Dominical de cualquier diario? Pero, ¿qué preferís para un domingo por la mañana?

La belleza. Dedicar horas a depilarse, exfoliarse, cuidarse y peinarse es garantía de éxito. Dejarse la melena corporal al viento, los granos, las lorzas y la dejadez capilar están muy mal vistos.

A lo mejor el problema es que, desde la antigüedad de los tiempos, filósofos y pensadores de la ética han confundido los términos. ¿No sería mucho más fácil todo si estar entradito en carnes estuviese de moda y los intelectuales fuesen los que recitan el Cuore de pe a pa? ¿No nos estamos exigiendo más de la cuenta?

Cambio de tercio... A algo bueno. Muchas veces me preguntan si conozco algún hotel en Madrid que esté bien. En realidad no conozco ninguno, pero navegando por la red he encontrado un par de ellos: Flat5 y Chic and Basic Colors Madrid. Es el tipo de hotel que me apetecería si viniese a Madrid de turista; de hecho, Chic and Basic es una cadena y cuenta con hoteles en Barcelona y Ámsterdam. Si alguna vez voy a Barcelona, descartado el hotel Arts, jeje, intentaría reservar habitación en uno de éstos. Tienen muy buena pinta y son económicos. En realidad son hostales, pero no tienen nada que ver con el hostal/pensión con baño compartido que os estáis imaginando, están estupendamente decorados, y son muy nuevitos. Ambos se encuentran en zonas céntricas y bien situadas para aprovechar al máximo el fin de semana. Por cierto, Chic and Basic también cuenta con apartamentos y estudios, una opción a tener muy en cuenta cuando se viaja con niños. Flat5 está en Malasaña, cerca de Gran Vía y de Chueca, así que es perfecto para ir de shopping por la calle Fuencarral y salir a cenar a los sitios más guays. Chic and Basic está en Huertas, con lo que sería la elección ideal de los que prefieran una visita al Prado y al Thyssen, y un paseo por El Retiro, sin renunciar a un aperitivo agradable por el Barrio de las Letras, y una noche de copas en la zona con más marcha (y guiris) de todo Madrid, la Plaza de Santa Ana. Si os animáis a pasar por Madrid algún fin de semana…

5 comentarios:

Lei dijo...

estube en el chic colors de madrid y totalmete recomendable, en cuanto a series malas y engachamientos absurdos prefiero no hablar ya que no me perdia un capitulo del duque....

Garaz dijo...

He visto Al Salir de Clase prácticamente entera, soy chocoadicta, y nunca me ha gustado ningún tío "acicalado". La palabra en sí ya es genial.
Siempre he dicho que cuando me muera os espero en el infierno, que es mucho más divertido.
Y nota: la única cosa buena y sana que he encontrado a lo largo de mi vida son los espárragos. NADA MÁS.

Cuatro ideas dijo...

Lei, qué bueno que hayas estado en el Colors, y así saber de primera mano que es recomendable!!

Garaz, yo soy una sosa y aunque lo intente nunca seré tan MALA como para que me admitan en el infierno, pero lo estoy intentando... Creo que el chocolate no da puntos.

Julia Sanz dijo...

qué me vais a contar a mi de enganchamientos a la comida.... como talla, digo ;)

un besito... encantada de conoceros!

Cuatro ideas dijo...

Gracias por visitarnos, tallacuarenta, qué ilusión!